Aforismos verdad en pocas palabras
Si hay un discurso que lo puede todo en una línea, ese es
el que nos propone el aforismo. Hay un verdadero arte en decir en una línea
todo lo que otros no podrían decir en diez páginas. Así de tajantes son los
aforismos, no permiten errores y, si uno detecta la obviedad, pues entonces
estamos hablando de un mal escritor del género.
Los aforismos pretenden no dar nada por dicho, nada por
sabido y, en cambio, nos invitan a pensar las cosas nuevamente, de una manera
distinta, nos enseñan a repreguntar, a plantearnos nuevamente las cosas, pero
en lugar de hacerlo mediante un discurso farragoso, lo hacen en siete, en doce
o, como mucho, lo se expresan en veinte palabras.
Me conmueve ver a la literatura navegar en las aguas de
lo agudo, donde sólo hay espacio para el minimalismo, donde un acento o una
coma, pueden cambiar el significado de todo lo que el autor pretende expresar,
así de precisos han de ser los aforismos, género misterioso y de muy pocos
autores.
Hace poco descubrí a un poeta que pareciera arrasar con
el género y con sus lectores, tiene más de 750.000 seguidores, escribe en
lengua castellana, es discípulo del gran Antonio Porchia. Escribió un sólo libro; les recomiendo su
lectura, pero mucho más, su relectura.
Si les gustó mi sugerencia del género aforístico y, en
este caso, del autor que señalé en el párrafo anterior, les dejo el link para
que buceen con tranquilidad en su inagotable mundo, en sus aforismos que se
expanden como estrellas luminosas.
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